jueves, 28 de febrero de 2013

Mi última escapada


Nada tarda tanto en llegar como lo que nunca se empieza
Émíle-Auguste Chartier


Aquí estoy, té en mano, tapada con una manta y escuchando la lluvia caer... me encanta :)

Ahora voy a ir contándoos poco a poco mi viaje de Fin de Año por Europa, 10 días ni más ni menos! Fue un viaje de desconexión, iluminación y purificación por así decirlo (qué filosófico me ha quedado!)

El viaje comenzó el 27 de diciembre de 2012 desde Alicante, 4 personas y Leo en una autocaravana Volkswagen (casi como la de los hippies) a la cual la hemos apodado "Priscila". No ha sido un viaje de lujos (dormíamos en campings y en estaciones de servicio...) pero lo que ha sido un lujo es la compañía :)

Desde Alicante, recorriendo la costa mediterránea, llegamos hasta Cannes, en la Riviera Francesa y famosa por el Festival de Cine. Como ya era de noche, y antes de visitar la ciudad, paramos en una estación de servicio a dormir. Al día siguiente, visitamos Cannes, Niza, Villefranche-sur-Mer, y Mónaco-Montecarlo.

Día 28: Cannes, se supone que es una de las ciudades glamurosas por excelencia, pero allí de glamour poco... Será que sólo visten la ciudad para el festival porque el resto del año es bastante sosa. Aun así, la ciudad es bonita por su paseo en la playa y su entorno. Además nos hizo un día maravilloso!


Niza, prácticamente la vimos de paso, pero me gustó un poquito más que Cannes, o bien por las tonalidades de las casas o por el rinconcito donde está ubicada.

De Niza pasamos a Villefranche-sur-Mer, se podría decir que es la más bonita de la Riviera Francesa. Es una ciudad coqueta, una villa mediterránea colorida. Juzgad vosotros mismos!



Tras pasar Villefranche-sur-Mer, llegamos al Principado de Mónaco, donde un piso de 80m2 cuesta unos 2.000.000 €...  


¡Aquí sí que hay glamour! En la ciudad se respira lujo y CO2 de Ferrari y Porche. Pudimos hacer el circuito del Gran Premio de Montecarlo de F1 con nuestra Priscila, vimos el Palacio de los Grimaldi, y cómo no, entramos en el Casino de Montecarlo.



Os voy a contar la anécdota con el Casino de Montecarlo. Me acerco por primera vez para entrar y me dicen que no puedo, que debo dejar la chaqueta en el guardarropa y además me piden la carte. Yo salgo, dejo la chaqueta, e intento volver a entrar. Ahora me dicen que no puedo meter la cámara de fotos y, además, me piden la carte, yo sigo sin tener ni idea de a qué se refieren... Vuelvo a salir, dejo la cámara y otra vez intento volver a entrar. Ahora ya no llevo nada que me impida entrar, pero cuando lo intento los dos jóvenes porteros me vuelven a parar. Yo pongo cara de resignada y les pregunto que qué es lo que pasa ahora (sí, en francés). Mientras uno se ríe de verme tan resignada, el otro me pregunta: la carte ou du passeport. En ese momento me sentí super halagada, que a mis 22 años me pidan el pasaporte por si soy menor, cuando siempre me han echado más edad... Eso sí que es un piropo! Merci beaucoup garçons!



Bueno, por hoy ya está bien de contaros el viaje, mañana os contaré la parte de Italia, Génova, Milán y el Lago di Como!

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