miércoles, 20 de febrero de 2013

De vuelta al blog :)

Aquí estoy, un año y 10 días tras mi última publicación en el blog. Empezó como un proyecto de clase, pero tras la influencia de mi amigo Paco, he decidido retomarlo pero esta vez, de un modo más... personal.

Este último año, ha resultado ser bastante... ¿cómo lo diría? Raro, triste, imprevisible, fortalecedor, esclarecedor... Ha tenido cosas buenas y cosas malas. 


La verdad es que las malas tienen un gran peso, pero lo importante es sacar El lado bueno de las cosas (sí, hago referencia a la película, que por cierto, me encantó!). He aprendido que el destino tiene una forma mágica de poner a cada uno en el lugar que se merece, pero también sé que muchas veces tienes que luchar para estar en ese lugar. Si el camino fuese fácil, no valoraríamos aquello que nos espera al final del camino. 

Si quieres algo, pelea y salta los obstáculos que entorpezcan tu camino.


Bueno, dejando a un lado la reflexión del día. Ahora toca "presumir" un poco! 

En este año, terminé el curso puente de Adaptación al Grado. Ahora ya puedo decir que soy Graduada en Turismo! Tras el duro fin del Grado (3 exámenes + Trabajo de Fin de Grado en la misma semana...), disfruté del maravilloso verano previo a una cadena de desastres (por decirlo de alguna forma jajajajaja). 

Me fui de viaje a Estocolmo con mis padres una semana, y me encantó! Es una ciudad fría la verdad, pero ahí reside parte de su encanto. Y recomiendo que el día que haga buen tiempo, os cojáis uno de los barcos y hagáis un tour por las islas :)


Tras el viaje a Estocolo, y así, tan de repente, me embarqué en un viaje a Japón de 10 días (8 entre que vas y vuelves...). Qué decir de Tokio y Kyoto... La verdad es que es otro mundo, otra forma de vivir la vida. Podría decir que en ese viaje me entregué como nunca lo había hecho, a todo, a la situación, al entorno...



*La anécdota del viaje la ponen mis pies, que recién aterrizados fueron víctimas de algún insecto japonés que hizo que se me hinchasen de tal forma que me tocó "tomar prestadas" las zapatillas típicas japonesas para poder finalizar el viaje... No, no voy a poner imágenes para no herir la sensibilidad de nadie. La suerte fue que el hinchado fue progresivo, por lo que ya hacia el final del viaje fue cuando me dí cuenta de que no me entraban ni los zapatos... jajajjaja Pero ni aún así me rendí! 

Ya de vuelta de Japón, empecé a preparar mi marcha a Cambridge. ¡Pero qué bonita es la ciudad! Me encanta, pero se nota la diferencia cuando estás allí viviendo sola que cuando tienes compañía.



Inicié mi aventura forzada, y un consejo, eso nunca es bueno. Se podría decir que desde ese momento,  la cadena de desastres empezó a soltar los eslabones uno a uno... Al principio todo iba bien, pero conforme iban pasando las semanas... me dí cuenta de que no quería estar allí. Echaba de menos mi casa, mi familia, mi mundo. A eso se le juntaron problemas de salud (maldita humedad!) y la nefasta búsqueda de trabajo... Y justo cuando da comienzo el mes navideño por excelencia... la vida te da un revés que no esperas. 

Resumiendo, la vuelta a casa se adelantó! Los primeros días fueron bastante malos, pero cuando empiezas a darte cuenta de las cosas, a ser consiciente, espabilas. Y una buena mañana, me levanté y me dije: Se acabó esta actitud! Ánimo muñeca, que tú puedes con todo!

Y pude con todo :)



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